Niños fantasmas, secretos y gritos
La película nos transporta al jardín de una casa que es usada como orfanato, donde los niños andan jugando. Años después, Laura y su familia se trasladan a vivir al antiguo orfanato. Su hijo, Simón, conoce a unos amigos imaginarios, pero un día el niño desaparece misteriosamente y la madre en la desesperación por encontrar a su hijo descubre un secreto de su infancia, y todo lo que han pasado después de que ella se fuera. Básicamente esa es la historia.
La actuación de Belén Rueda como Laura, no deja que desear, me pareció muy buena, pero los demás personajes pudieron tener más participación en la película. Por ejemplo, la función de del esposo (Fernando Cayo) se quedo muy corta, al igual la de la psicóloga. También, Edgar Vivar no logro quitarme la idea que estaba viendo a El señor Barriga. Distintas escenas me hicieron recordar películas que ya había visto, tales como Poltergeist, The Others, The ring y Silence Hill, por lo que viene a ser una película de retazos de escenas de otros filmes.
